De aquellos azahares
desatados
por la luz de la luna,
de aquel
olor de amor
exasperado,
hundido en la fragancia,
salió
del limonero el amarillo,
desde su planetario
Poema Oda al limón de Pablo Neruda
Delicia de verano este fácil helado, hecho con la famosa crema de limón, conocida en todo el mundo con su nombre inglés, país del que procede, que ya se convierte en un clásico en mis recetas de helado.
Para el lemon curd:
2 limones
4 huevos
200 gramos de azúcar glas
100 gramos de mantequilla
Y además
50 gramos de azúcar glas
450 ml. de nata líquida
Preparación:
Empezamos preparando nuestra crema de limón con antelación. Para ello, lavamos bien los limones, rallamos la piel y exprimimos el zumo.
A continuación ponemos en un cazo el zumo del limón, la ralladura el azúcar y 3 huevos y llevamos a fuego medio removiendo continuamente hasta que la crema espese.
Apagamos el fuego y vamos integrando la mantequilla cortada en dados poco a poco hasta que se deshaga del todo.
Tapamos la crema con un film y dejamos que se enfríe.
Una vez fría, añadimos los 50 gramos de azúcar glas que faltaban y la nata líquida y batimos bien hasta que obtengamos una crema uniforme. (Si es necesario colamos).
Dejamos en el frigorífico unas horas o hasta el día siguiente.
Colocamos en la heladera y mantecamos unos 30 minutos. En ese momento tendrá una textura de mousse deliciosa, pero paciencia, pasa la mezcla al congelador y espera unas horas para que adquiera la consistencia de helado.
Si no dispones de heladera lleva la mezcla al congelador, deja pasar una hora y sácala batiendo bien para romper los cristales de hielo, vuelve a poner en el congelador y repite el proceso varias veces hasta que veas que tiene la consistencia adecuada.
¡Hasta la próxima!
El helado de lemon curd es una propuesta refrescante y sofisticada que combina la intensidad cítrica del limón con una textura cremosa y suave. La preparación comienza con la elaboración del lemon curd, una crema de limón casera que aporta un sabor vibrante y natural. Una vez enfriada, se integra con nata montada y azúcar glas, creando una mezcla homogénea que se congela hasta alcanzar la consistencia deseada. Este helado destaca por su equilibrio entre dulzura y acidez, ofreciendo una experiencia gustativa única que resulta ideal para los días calurosos o como un postre elegante en cualquier ocasión.
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