Es un bebé precioso, sus padres están que no caben en sí de contentos. Aquí le vamos a dar la bienvenida a este mundo, y a su casa, con esta "casita" de galletas, la que quisiéramos que Germán tuviera siempre disponible, un lugar dulce, calentito, alegre, de colores, asentada en una roca y en cuyo tejado se pudiera tumbar tranquilamente a ver las estrellas. Una casa y un mundo entero en el que tenga tranquilidad para crecer sano y fuerte. Y a la vez, una casa, un mundo, que le permita soñar y ser feliz. Nosotros te vamos a cuidar, acompañar y querer. Y en lo que nos sea posible, ayudaremos a que el mundo sea un lugar bueno para tí. Gracias por la ilusión que nos traes.
Felicidades a los papás Vero y Tin, felicidades a todos nosotros.